El mercado de coches de ocasión aumentó de una forma exponencial el pasado año, pero la decisión de comprar un vehículo nuevo, de Kilómetro 0 o de segunda mano no siempre es fácil, y es que cada una de estas alternativas ofrece ventajas e inconvenientes sobre el resto. Es por esto que tendremos que valorar cada una de ellas a fin de saber qué es mejor para nosotros, también basándonos en nuestra economía, necesidades y el uso que le vamos a dar al vehículo.

A la hora de adquirir un vehículo de ocasión, puede que te plantees la compra de un coche embargado, pues su precio resulta realmente atractivo en la mayoría de ocasiones. Igualmente, puede que estés tratando de vender tu coche embargado y no tienes muy claro si es posible deshacerse de un automóvil con cargas o si alguien va a querer comprarlo.

Vender tu coche embargado no es tan sencillo como vender un coche usado sin cargas o incluso uno financiado; no obstante, no es imposible. Eso sí, en el caso de que sea un banco o una empresa quien embargó tu vehículo, por desgracia, no tendrás posibilidad de venderlo. Como te hemos adelantado al comienzo, solo podrás ponerlo a la venta cuando el embargo lo haya realizado la Administración Pública y que éste conste claramente en el informe de tu vehículo.

Si, además, tu vehículo está precintado, Tráfico te permite el cambio de titular, pero hasta que el cargo haya sido saldado, no expedirá un nuevo permiso de circulación a nombre del nuevo propietario. En el caso de multas, es conveniente saldarlas antes de poner el coche en venta. Una vez hayas decidido cuál es el comprador que mejor te conviene, debes informarle de la situación de embargo de tu vehículo. Vender tu coche embargado es como una común venta de un coche usado, pero con alguna excepción.

Primero, en el contrato de compraventa debe quedar constancia de la situación de embargo de tu coche. Segundo, al realizar el cambio de titularidad en la DGT, se informará al futuro titular de la existencia de la carga y aceptarla. Tercero, el nuevo propietario deberá firmar un documento en el que confirma el embargo y que atestigua haber sido informado por Tráfico del mismo. Si todo está en orden, de acuerdo al Reglamento General de Vehículos, se realizará la transferencia de propiedad y renovará el permiso de circulación.